El estudio de Sony Santa Mónica, tres años después de desarrollar God Of War II, y pese a los abandonos en su platilla directiva (primero David Jaffe, creador original de la saga, y después Cory Barlog, a 6 meses de comenzar con la última entrega), no han impedido que su ultimo sucesor, Stig Asmussen, se encargara de coordinar a tan brillante equipo para hacer realidad la venganza y capitulo final de las aventuras de Kratos.

Mucho ha llovido en el último año cuando obras del calibre de Killzone 2 y Uncharted 2 nos han mostrado el potencial de la "negra" de Sony. Siguiendo esa formula evolutiva y aplicándole la ecuación exponencial de los resultados obtenidos en la anterior generación con GOW I y II, nuestras expectativas hacia esta tercera parte se habían elevado a la altura de la cima del monte Olimpo. God Of War III llega a nuestras Playstation 3 con muchas promesas bajo el brazo. Tras el aluvión de videos mostrados primero en el E3 del pasado año, después en internet y por ultimo con una demo, publicada en el PSN de modesto acabado, por fin tenemos entre manos la versión definitiva del título que nos disponemos a desmembrar para vuestro disfrute. Que tiemblen los dioses porque su sangre inundará la tierra...

El comienzo de la venganza...

El final de GOW II nos dejaba en el momento en el que Kratos, a lomos de la titán Gaia, ascendía por el monte Olimpo en busca de Zeus para cobrarse su ansiada venganza. Es exactamente en ese instante cuando comienza el tercer y último capítulo de esta trilogía; el más sangriento y brutal de todos, en el que el hombre que fue traicionado por los dioses y coronado como nuevo señor de la guerra, a costa de la vida de su familia, se dirige a cobrarse la cabeza de Zeus como padre, dios de dioses y culpable de todas sus desgracias.

Tras un comienzo de verdadero infarto, Kratos recupera la mala costumbre de perder la mayoría de sus habilidades, las cuales tendrá que recuperar durante la aventura. Sin embargo sus anteriores poderes no bastan para derrotar a Zeus, por lo que necesitará un arma aun más poderosa, un secreto oculto en el interior de la caja de pandora que contiene el poder para matar a un dios. Para llevar a cabo esta tarea, nuestro protagonista tendrá que recorrer el interior del mitológico monte, visitando una tras otra las regiones dominadas por diferentes seguidores del señor del cielo, mermando a su paso las fuerzas que mantienen el mundo en paz y haciéndose con los poderes que antes les pertenecían. Una epopeya de venganza autodestructiva rellena de tripas y gore por doquier que nos llevara a luchar contra poderosas deidades y gigantescos titanes en lugares concebidos por la mitología griega e interpretados por las brillantes mentes de los creativos de Santa Monica Studio.

A lo largo de aproximadamente ocho horas, acompañaremos a Kratos machacando los botones del pad y dándole al coco alguna que otra vez hasta culminar su misión. Una duración que se muestra un tanto escasa en comparación con otros títulos de reciente aparición como Bayonetta. Sin embargo podemos afirmar que GOW III resulta tan impresionante que merece la pena rejugarlo para disfrutar nuevamente de la experiencia que es capaz de brindarnos. La fuerte carga violenta y la presencia de alguna escena erótica (clásica en la saga) hacen de este, un titulo exclusivo para jugadores adultos que gocen de un buen estomago.

Manteniendo la misma fórmula jugable basada en la mezcla de acción, plataformas y una pizca de puzle, GOW III propone a los jugadores más de lo mismo, pero mejor y más grande. El sistema de combate basado en dos botones: ataque vertical y horizontal, continua siendo la sencilla manera de realizar, mediante su combinación, los distintos combos del juego. Su resultado es algo limitado si tenemos en cuenta el de otros titulos, pero que intenta ser compensado por la variedad de armas y objetos que Kratos irá adquiriendo y cuyo uso tendrá una necesidad estratégica para lograr el éxito.

En total contaremos con 5 armas con sus respectivas magias y 3 objetos especiales arrancados (literalmente) a los dioses:

• La Espadas del Exilio, son el sistema de defensa básico con el que comenzamos a repartir mamporros.
• Las Garras de Hades, especializadas en arrancar almas y utilizarlas a nuestra voluntad por medio de la magia de invocación, totalmente personalizable, que lleva asociada.
• Los Cestus de Nemea, enormes guantes con forma de león que hacen templar la tierra.
• El Látigo de Némesis, cuyas puntas crean una tormenta eléctrica que se expande a todos nuestros enemigos.
• La Espada del Olimpo, de uso limitado, será el verdugo de las criaturas que se interpongan en nuestro camino en un mal momento.
• La Cabeza de Helios, directamente descorchada de su propietario original, tiene funciones tan variadas como cegar a los enemigos y servirnos de farolillo en las grutas más oscuras.
• El Arco de Apolo, perfecto para alcanzar los objetivos más lejanos y consumirlos con su fuego purificador.
• Las Botas de Hermes, permiten desplazarse en línea recta a gran velocidad sobre superficies horizontales y verticales.

Tres barras de medición: vida, magia y stamina, nos sirven de indicadores para conocer el estado y posibilidades de Kratos en cada momento. Su recuperación es posible por medio de contenedores (arcones o enemigos muertos) que contienen esferas de color verde (vida) y azul (magia), mientras que la stamina vuelve a la normalidad por si sola tras unos segundos de inactividad. Por otra parte, un colector de sangre, representada por esferas rojas que exhalan nuestros adversarios al morir, solo es visible desde el menú de pausa. Dicha sangre se puede emplear a nuestro antojo para mejorar los objetos y armas adquiridos, elevando su nivel e incrementando el número de funciones y su eficiencia al uso.

Cada dirección del stick digital tiene asignada un arma, lo que permite seleccionarla rápidamente y hacer uso de la misma, pudiendo incluso a realizar combinaciones de golpes con varias armas sin romper el combo. Los objetos en cambio tienen un uso asociado a un gatillo y uno de los botones rápidos del pad, complicando su uso en mitad de los movimientos ofensivos. El resto de acciones disponibles son las clásicas: saltar, bloquear, accionar, agarrar y por ultimo esquivar con el molesto sistema analógico que permite el stick derecho.
Como principal novedad incluida en GOW III, las alas de Ícaro permiten a nuestro protagonista no solo planear, sino también aprovechar las corrientes de aire ascendentes para viajar largas distancias, que el jugador experimentará a modo de minijuegos, con un gameplay similar al de los arcades de naves 3D con avance frontal. Estas fases, aunque escasas en número, resultan realmente satisfactorias de jugar y, a pesar del cambio radical que supone su gameplay, son fáciles de adaptar a la habilidad de cualquier jugador novel.

A lo largo de la aventura, Kratos tendrá que realizar todo tipo de acciones complejas no contempladas por los controles básicos, que pueden ir desde escapar de la constricción de una medusa en combate, levantar puertas pesadas, rematar a un enemigo agonizante, realizar movimientos imposibles para alcanzar los puntos débiles de un gigantesco adversario, o incluso satisfacer en la cama a la diosa Afrodita, por poner algunos ejemplos. Todos ellos requerirán de la atención del jugador para su realización por medio de QTEs (Quick Time Events), o lo que es lo mismo: en los bordes de la pantalla se mostraran indicadores visuales con los controles que hay que pulsar lo más rápido posible si queremos lograr el éxito en la acción. La manera de presentarlos esta vez es más clara ya que sitúa cada botón en el lateral que corresponde a la posición que ocupa en el mando pero continua mermando la percepción del espectador en el centro de la pantalla.

Los puzles están, en su mayoría, bien integrados en la acción y apenas requieren el uso de la lógica del jugador durante unos minutos, mientras que algunos, como el minijuego musical, no han corrido la misma suerte y tienen una presencia un tanto forzada en la aventura. Merece especial mención el original diseño de una de las últimas fases del juego que recuerda a la prisión futurista de la película "Cube" y que combina a la perfección la interacción ofensiva con la estratégica del entorno, ofreciendo un desafío adicional al player a la hora de afrontar el combate.

En cuanto al desarrollo, propio de un videojuego, tiene un componente de exploración por estancias y plataformas de manera totalmente lineal que se combina con enfrentamientos contra los enemigos comunes de cada zona, culminando con brutales desenlaces con jefes finales que ponen el broche al final de cada uno de los niveles con épicos enfrentamientos. Una vez completada la historia por primera vez se nos permitirá rejugarla, en modos de dificultad superiores, con la ventaja de poder emplear las posesiones divinas perdidas por los dioses al derrotarles; lo cual se traduce en atractivas ventajas del tipo: uso ilimitado de la espada del Olimpo, aumento de las barras de vida y magia, mayor defensa e incluso la inmortalidad.

Gráficos dignos del Olimpo

Los primeros minutos de juego son suficientes para ilustrar lo que posteriormente aguarda en el desarrollo de la aventura. Enormes escenarios, enemigos aun más grandes y una explosión de efectos, luces y partículas que parecen imposibles de mover con la fluidez que consigue Playstation 3. El "truco" de esta maravilla visual consiste en la optimización del modelado del escenario que es compensado por el gran nivel de detalle que muestran las texturas volumétricas que lo cubren. Esto provoca que el sistema conserve la capacidad suficiente para dibujar y mover a un gran número de personajes en pantalla sin que se vea reflejado en una reducción del framerate que se mantiene en todo momento a 60 fotogramas por segundo.

El impresionante modelado de personajes refleja un mimo inusual por el detalle, especialmente de Kratos, que nuevamente se ve potenciado por el excelente trabajo en las texturas. Tal es el nivel de detalle que en los planos más cercanos a su rostro se pueden ver claramente incluso los poros de su piel e imperfecciones naturales como la irregular tinta roja con la cubre parte de su torso y cabeza. Los enemigos importantes también muestran un acabado similar y son únicamente el resto de criaturas las que poseen una menor calidad, practicamente imperceptible debido a la lejanía de la cámara.

Las animaciones de los personajes, siguiendo la evolución lógica de la nueva generación, presentan unos movimientos naturales y limpios a pesar de la naturaleza fantástica de sus físicos. Resulta impresionante ver como se desplazan y nos atacan criaturas de leyenda como minotauros, espectros, arpías o las quimeras, que parecen realmente tener vida, pero aun más impactante es contemplar como Kratos les arranca las entrañas, aplasta sus cráneos y desmiembra sus cuerpos. Un espectáculo gore que no todos los espectadores sabrán disfrutar.

Al comienzo y en determinados momentos clave de la historia se lanzarán cinemáticas en 2D, que recuerdan a los créditos iniciales de 300, narrando los acontecimientos vividos en el pasado y que fueron contados en las dos anteriores entregas. Perfectamente integradas encontramos otras secuencias prerenderizadas con el motor grafico del juego que ilustran los momentos no jugables mas importantes, con planos y efectos que escapan a las posibilidades de PS3, sin perturbar el grafismo general del título.

Los efectos de partículas y luces son las encargadas de crear ambiente y de dotar de profundidad a los trabajados entornos. La iluminación que emite la cabeza de Helios o la electricidad y fuego de cada uno de nuestros golpes, afectan el mapeado en tiempo real con resplandecientes resultados. El humo de las hogueras y las nubes envuelven en su negra oscuridad las figuras que lo atraviesan. Las chispas producidas por el rozamiento de metales y rocas, los reflejos de kratos en el suelo mojado de un templo o las motas candentes que flotan en el aire dentro de una caverna volcánica, o los cuerpos de pobres mortales que caen desde el cielo hacia el inframundo son algunos ejemplos del buen hacer de los diseñadores del juego, que han sabido transmitir la ambientación apocalíptica que requiere la historia, presentándola tangible ante nuestros ojos.

El sonido del trueno

Siguiendo la misma ascensión que el resto de apartados, el sonido de este GOW ha sabido mejorar en los 5 años que lleva llenando nuestros oídos. La épica banda sonora, más potente que nunca, logra potenciar las emociones de los jugadores en cada uno de los variados momentos que ofrece el jueg; desde el misterio y sexualidad de la alcoba de Afrodita con temas arabescos, pasando por lo tenebroso inframundo acompañado con coros o expandiendo al máximo el ansia por machacar los botones en brutales enfrentamientos acompañados por poderosas trompetas y timbales. Una autentica delicia auditiva que nos ofrecen músicos de la talla de Cris Velasco, Gerard Marino, Jeff Rona, Mike Reagan y Ron Fish.

Como extra, incluido en la edición coleccionista del título, una recopilación de temas creados por conocidos grupos heavys que se han inspirado en el universo de GOW para crear un total de 6 excelentes canciones:

• Killswitch Engage – My Obsession
• Trivium – Shattering The Skies Above
• Dream Theater – Raw Dog
• Taking Dawn – This Is Madness
• Opeth – The Throat Of Winter
• Mutiny Within – The End

El doblaje en castellano, que tan buena costumbre tiene Sony de incluir en todos sus lanzamientos, vuelve a ser una ventaja para todos aquellos usuarios desconocedores de la lengua anglosajona. La excelente interpretación de los actores queda seriamente mermada por el insuficiente trabajo de posproducción en el que se echa en falta un posterior tratamiento con efectos, perdiéndose la sensación de grandiosidad de algunos de sus locutores en la ficción. La correcta calidad de las pistas de audio en nuestro idioma contrasta aun mas si la comparamos con la original donde sí que se ha hecho un trabajo excelente en todos los sentidos.

Los efectos de sonido, limpios y variados, son el complemento ideal para ofrecer la sensación de peso, fortaleza y potencia que se merecen los objetos y estructuras presentadas en pantalla, así como dotan de una fiereza aun mayor a las criaturas con las que nos enfrentamos. Es una lástima que en alguna ocasión falten algunos efectos, como el de fricción al arrastrar un pesado objeto sobre el suelo, aunque no suponen ningún problema jugable.

En definitiva

God Of War III es uno de los juegos más impactantes que hemos tenido en las manos después de Uncharted 2. Su excelente apartado visual y sonoro nos han provocado las sensaciones mas épicas a los mandos de un hack and slash, manteniendo nuestro deseo por masacrar a nuestros adversarios para abrirnos paso por el fantástico mundo recreado. Una historia sencilla pero perfectamente conectada con los anteriores capítulos de la saga que supone el desenlace final mas vengativo, sangriento y colosal impactante que podáis imaginar.

El sistema de control, familiar para los seguidores y bastante intuitivo para los nuevos, hace que sea muy divertido de jugar gracias a la variedad de armas y a lo atractivo de sus combos. Las escasas 8 horas que hacen falta para completarlo resultan un suspiro, pero la existencia de las extras desbloqueables por medio de las posesiones divinas, en los siguientes recorridos, hace que la idea de rejugarlo sea muy atractiva. Una compra obligatoria para los amantes del género y una sabia elección para los que no quieran perderse uno de los mejores juegos del año.

Lo mejor

• Impresionante apartado grafico y sonoro
• Los épicos momentos que recrea

Lo peor

• Su escasa duración
• Insuficiente número de combos
• La historia demasiado simple y con altibajos